Dijo Robe en una entrevista una vez que el arte, incluyendo la música, no es necesario entenderlo ni debemos empeñarnos en encontrar significados en todo, porque incluso las cosas que no llegas a comprender de forma consciente te suscitan emociones que son las que realmente importan. Y bueno, pese a tener mis alabanzas y discrepancias en esa afirmación, este disco es para mí exactamente eso en parte, ya que más allá de haberme esforzado en interpretarlo de distintas formas y sacarle todo el valor que he podido (cosa que he hecho) sigo emocionándome e incluso llorando a momentos con frases que no sé porqué lo hacen con tantísima intensidad, así que pese a que creo que podría brindar cierto análisis y perspectiva para hablar de este disco, no lo voy a hacer, voy a dejarme llevar por el viento a volar en este texto con el único propósito de convertir a escrito lo que a mí personalmente me ha significado, dejando de lado todo lo demás.
Creo que estos últimos años he ganado mucha sensibilidad artística, puede que no sea un gran conocedor o experto en ninguna doctrina pero he definido bien mi propia forma de disfrutarlo, valorarlo, y permitirme ceder ante obras que ame, cambiando mi forma de ser o pensar cuando una en específico creo que lo amerite, pero desde que leí El Escultor en 2021 no he vuelto a encontrar nada que sienta que me ha cambiado la química cerebral a esos niveles, a sentir que la expresión de otra persona se adentra y acomoda dentro de mi identidad, a sentir esas propiedades demoledoras que me derrumben el alma y me revienten dentro, y eso le da un valor incalculable a lo que siento por este álbum.
También quiero aclarar que este álbum me ha pillado en un buen momento de mi vida, no quiero decir que "la música de Robe me ha salvado" o que "me ha ayudado a superar algo difícil" porque ni siquiera ha sido eso, lo que lo ha hecho resonar tanto en mi ni siquiera ha sido nada que me estuviera pasando, si no entrar en guerra de forma muy agresiva con conflictos internos mios que ya daba por hecho y tenía completamente asumidos, esa firmeza que siempre he tratado de mantener en ciertos valores o formas de pensar de mi mismo. Las personas cambiamos, yo he cambiado, y mientras que en ocasiones he sido capaz de aceptarlo en otras me he sentido realmente culpable por ello, como si fuera una traición a mí mismo, como si fuera un error en el que no puedo permitirme volver a caer, y ahí entra este álbum. Otras obras me han ayudado a abrazar cambios específicos en mi mismo (entre otras cosas por ello valoro tanto el gato con botas 2 y otras películas) pero ninguna antes me había forzado de esta forma a visitar mi propio infierno, y desear con tanto fervor vivir este instante, ya que ninguna otra me ha ayudado tanto a aceptarme como ser transitorio y sin creer que he vivido siempre equivocado, a sentir que el mundo amanece distinto y que quizás yo no vuelva a ser el mismo.
Esto tampoco quiero decir que yo me sienta identificado con Robe, sé que él ha tenido problemas mucho más serios y adicciones importantes por las que yo no he pasado y lo mio no ha sido más que ciertos conflictos de identidad, pero sí creo que viene implícita la misma idea del viento, porque yo también he temido que el viento se me lleve tal y como se exclama en el hombre pajaro, e incluso he deseado desearlo tal y como se pide al inicio de Haz que Tiemble el Suelo, y el hecho de sentir tan personales unas letras de una persona que probablemente lo ha escrito por motivos radicalmente diferentes a los que yo he entendido, me vuela completamente la cabeza.
Al final, he aprendido mucho de este álbum, pero más que con lo aprendido me quedaré con lo que he cambiado con él. Puede que no esté siempre pensando en estas canciones, pero creo que una parte de mi siempre se sentirá distinta solo por haberlas escuchado. Quizás incluso en un futuro dejé de escuchar este album y me obsesione con otro artista, pero incluso en ese momento creo firmemente que mis futuras decisiones seguirán estando condicionadas por el cambio que he tenido tras tanto escucharlo. Y esto solo es el inicio del camino, me quedan cosas por resolver o tratar, cosas por las que sigo temiendo tener que enfrentar pero que ahora sé que podré hacer, porque volveré a hacer lo que sea por amor si es necesario, porque aprenderé a disfrutar de sentir cambiar el aire y de cambiar yo con él, porque ahora entiendo que cambiar no es motivo de culparse por traición o por haber estado equivocado, si no motivo para estar más dispuesto que nunca a volver a volar y volver a caer, porque sé que volveré a perder la cabeza y no me importa, porque me esforzaré en ser capaz de renegar de todo lo que prometí si con ello puedo encontrar la felicidad, y porque lucharé por no volver a llorar por no haber obedecido a mis pulsiones (y como extra, cada que haga sol aprovecharé para asolearme los cojones)
No sé si todo este texto ha estado bien redactado, he preferido escupir del alma sentimientos procesandolos lo menos posible por la cabeza así que no sé qué tan bien puedo haberme expresado. Podría escribir un texto igual de largo o incluso más por cada una de las canciones por separado pero creo que no lo haré, al fin y al cabo puede que Robe tuviera razón con aquello de que no es necesario tanto detalle. Me guardaré para mí mis interpretaciones y las lecciones más concretas que he sacado de aquí, porque confío en que cada oyente de esta música será capaz de sacar otras distintas. Y siento también haber soltado un texto tan pasional y emotivo, no me gusta hacerme ver tan "vulnerable emocionalmente" de forma pública, pero por esta vez haré la excepción, ya que no temo equivocarme y corregir. Gracias por tantísimo, Robe.
"Sé que puede que mañana
Ya no nos quede nada
Y ya nada importe
Voy alzando la mirada
Y casi no sé de nada
Nada que importe
Tal vez, si pudiera hablarte
De si fuera cierto
Que el poder del arte
Bien nos pudiera salvar
De una vida inerte
De una vida triste
De una mala muerte
Bien nos pudiera salvar
Y ay, ay, ay, ay, ay, ay"